Las casas colgadas se han convertido en un símbolo de la ciudad. Sin duda son un espectáculo. Se presentan como un desafío de la arquitectura a la naturaleza, pero sin dejar de respetarla, fusionándose con ella. Yo diría que siempre han estado ahí.
Tinta y acuarela.
Tienes razón, siempre han estado ahí y ahí permanecerán...flotando entre lo purpúreo.
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